por:el enfermeo->visita mi blog para mas sobre el cancer y sus generalidades
En el área de cirugía robótica del M. D. Anderson, un paciente se encuentra recostado boca arriba sobre la mesa de operaciones.
En la parte superior se encuentra una máquina robótica de 1.500 libras, con sus cuatro brazos metálicos insertados dentro del abdomen del paciente.
A pesar de su gran volumen, este dispositivo controlado por cirujano realiza una de las tareas más difíciles
La extracción de la próstata cancerosa, un procedimiento cuyo resultado exitoso está determinado por milímetros.La persona a cargo es el Dr. John W. Davis.
Profesor adjunto en el Departamento de Urología del M. D. Anderson.
Desde una consola cercana que parece una máquina de videojuegos, el doctor controla los movimientos del robot mediante palancas y pedales, al mismo tiempo que observa un video en 3-D proveniente de una cámara insertada en el paciente.
El resto de sus herramientas son básicamente similares a las que utiliza cualquier otro cirujano.
Adhesivos, tijeras, e instrumentos de cauterización.
Pero la ventaja es que estas herramientas también están sujetas a los brazos laparoscópicos del robot, que le permiten al Dr.
Acceder y extraer la próstata enferma con interferencia mínima de tejidos y un alto nivel de precisión.
El punto, él afirma, es que el procedimiento es mínimamente invasivo.
La impotencia y la incontinencia urinaria han sido por mucho tiempo algunas de las complicaciones posibles que pueden resultar de la prostatectomía radical.
Pero en la cirugía asistida por robot, que básicamente constituye la cirugía de laparoscopia de la próxima generación, el cirujano tiene la oportunidad de reducir dichas complicaciones.
La razón por esto se aclara cuando el procedimiento es transmitido en uno de los monitores de video del quirófano.
Los brazos laparoscópicos, que se reducen a menos de media pulgada de diámetro, se insertan a través de una hilera de cuatro incisiones separadas uniformemente a lo largo del abdomen del paciente.
Como sucede en otras cirugías laparoscópicas, esto reduce la cantidad de músculos y otros tejidos que deben ser cortados, reduciendo así el tiempo de cicatrización.
La mayoría de los pacientes que se someten a una prostatectomía asistida por robot están caminando dentro un día.
Una vez que los brazos están dentro del paciente, el Dr.
puede observar la gran parte de la cavidad pélvica y posicionar las herramientas a medida que sean necesarias.
El doctor separa el tejido conjuntivo para mover los brazos hacia la vejiga; el dispositivo robótico le permite realizar cortes precisos y evitar el daño de los nervios que controlan la función eréctil.
Los vasos sangrantes se sellan rápidamente con el instrumento de cauterización, si es apropiado.
Sin embargo, cerca del conjunto de nervios que controlan la función eréctil, los vasos sangrantes son recortados o sobrecosidos para evitar el daño térmico.
Es una gran ventaja el tener una imagen ampliada en 3-D y un sangrado reducido.
El desafío más grande de la cirugía abierta es el campo de visión reducido, afirma el Dr.DAVIS quien ha realizado más de 400 prostatectomías radicales asistidas por robot.
por:el enfermero->se quieres mas temas como esteSubscribete a mi blog por email es...gratis
miércoles, 14 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario